miércoles, 14 de noviembre de 2007

Kiss me where the sun don't shine...




Un grower en toda regla, crece y crece en cada escucha, como los grandes discos de verdad. Desecharlo a las primeras de cambio es de juzgado de guardia, yo mismo cometí ese error hace dos años tras las primeras escuchas pero por suerte le di una nueva oportunidad meses después. Desde entonces, ya no me ha abandonado y canciones como I Wanna Be Adored, She Bangs the Drums, Elephant Stone, Waterfall, Made of Stone, This Is the One y I Am the Resurrection (dura más de 8 minutos, los 8 minutos más rápidos de mi día a día) ya forman parte de la banda sonora de mi vida. Probablemente sea el disco con más singles potenciales que he escuchado, y con esto no quiero decir que sea comercial ni fácil de escuchar.

Añado que hay que tenerlos muy grandes y cuadrados para empezar un disco con una canción llamada I Wanna Be Adored y cerrarlo con otra llamada I Am The Resurrection, y más en la Inglaterra ultraconservadora de los 80.


Nota: mucha atención al guitarreo de esta canción. El tramo que va del 2:40 al 3:00 es pura magia.

1 comentario:

Elric dijo...

Uno de mis discos favoritos de la época, lástima que duraran tan poco... Fueron como los Sex Pistols, rompedores pero efímeros.