domingo, 13 de julio de 2008

Encuentro digital con...

Como ya sabéis algunos, el opositor (tardáis en agregar su blog a favoritos, si es que aún no lo tenéis) me propuso un divertido juego para actualizar nuestros respectivos blogs. Se trataba de plantearnos 3 preguntas el uno al otro, a modo de minientrevista, para luego actualizar el blog con las respuestas de las mismas. Aparte de divertirme, con el juego he logrado sacarme una espina que tenía clavada desde hace 8 años, y es que siempre tuve la incertidumbre sobre qué habría sido de mí de haber podido estudiar periodismo, carrera que me apasionaba pero que descarté pronto al dedicarme a la rama de las ciencias, pero ahora ya he despejado todas mis dudas al respecto... no valía para ello.

1. Primera y obligada pregunta. ¿A qué se debe ese título tan largo para su blog?. Sabemos que es por una canción de los Smiths, es decir, Morrissey está detrás de ella; y que por otro lado, la palabra "empujón" (push) también anda por ahí... ¿nos quiere confesar algo?.

Ciertamente, has conseguido inquietarme con tu planteamiento. Una inquietud irracional, porque no tengo nada que ocultar, pero una inquietud al fin y al cabo, con todo lo que eso conlleva, que ha hecho que me replantee muchas cosas. ¿Por qué el título de esa canción, si hace meses que tengo a los Smiths un tanto aburridos? ¿Por qué ese homenaje a Morrissey después de que él me dejara con dos palmos de nariz el pasado enero cuando canceló los dos conciertos de Londres por los que había moviiiiido tierra, mar y aire para asistir? Sobre tus hipótesis sin fundamento sobre un idilio entre ambos, decirte que mi nulo éxito con las féminas aún no ha hecho que me plantee un cambio de orientación sexual, aunque todo se andará, mi amor. Aparte, no me gustó su trato cuando nos conocimos en Manchester hace justo un año (foto, aquí).

Bromas aparte, la única verdad es que viviendo en el país de Paco Clavel, ¿quién se fija en Morrissey? Además, tú y yo ya empezamos a tener encuentros digitales, así que tranquilo, tampoco es plan de que te pongas celoso.

2. El postmodernismo llegó a su vida en un momento no muy feliz para usted. Con este dato, ¿piensa que la moviiida de los 80 fue mejor que la de la actualidad?

La moviiiida es una etapa clave de la historia de la música española. Para mi gusto, representa el claro ejemplo a no seguir, musicalmente hablando, aunque el aspecto extramusical que la acompañaba sí que me parece destacable. La actualidad por su parte no destaca por una nueva hornada de artistas interesantes, pero la era internet hace que uno descubra discos que hace 10 años eran imposibles de conocer, de manera que, aunque sea anacrónico, para mí la actualidad consiste en recuperar el tiempo perdido rescatando joyas perdidas de los 60, 70, 80... Claro que centrándonos puramente en la escena patria, hay que reconocer que es preferible la moviiiida al Canto del Loco y La Oreja de Van Gogh, por mucho que le duela a Donovan, algo muy significativo del mal diagnóstico que tiene la música en este país. Suerte que ahora parece remontar el vuelo gracias a esos genios que han compuesto ese himno imperecedero del Podemos. Sin lugar a dudas, respresenta un halo de esperanza para el futuro.

3. Nos consta que odia su vida actual. Por otro lado, recientemente, Mariah Carey declaró que "fantasea con ser secuestrada cuando pasa por malos momentos". Cuando está en un día de esos... ¿lo hace usted con meterse en la bañera y reventarse el tabique nasal con el grifo?.

Ante todo, trato de ser original, y si para ello en los malos momentos tengo que golpear mi rostro repetitivamente contra un grifo lo hago sin problemas, todo sea por innovar. Soy postmoderno hasta para mutilarme, mire usted. Sin embargo, no odio mi vida actual, y nunca la he odiado... lo único que pasa es que me veo en la peliaguda paradoja de ser un inconformista sin ambición, siempre quiero más de la vida pero nunca sudo una sola una gota por conseguirlo. Sobre Mariah Carey, la verdad es que leer su nombre y entrarme el pánico es todo uno, sobre todo desde que leí que envidiaba a los niños africanos porque estaban muy delgados... es probablemente uno de los personales más siniestros y malvados de los últimos años, siento defraudarla pero dudo que alguien quisiera secuestrarla, ya que tiene la pinta de, incluso maniatada, ser totalmente insufrible.

jueves, 3 de julio de 2008

PJ Harvey - Stories From The City, Stories From The Sea (2000)


1. Big Exit
2. Good Fortune
3. A Place Called Home
4. One Line
5. Beautiful Feeling
6. The Whores Hustle and the Hustlers Whore
7. This Mess We're In
8. You Said Something
9. Kamikaze
10. This Is Love
11. Horses in My Dreams
12. We Float

Últimamente no paro de escuchar este disco, para mí el mejor de la talentosa Polly Jean, aunque seguramente esté lejos de ser su trabajo más personal. El muy bien logrado equilibrio de temas agresivos e intensos como Big Exit o This Is Love, canciones cercanas al pop como Good Fortune y otras más íntimas como This Mess We're In, en colaboración con Thom Yorke, es la principal carta de presentación del disco. Lo que en otros discos dejaría una sensación de irregularidad, de montaña rusa, aquí se convierte en un auténtico arte, sólo al alcance de una cabeza musicalmente superdotada como la de PJ. Todo este peloteo viene a cuento de que si algún día la conozco y da la casualidad de que me ha leído, aumenten mis posibilidades con ella...

Descarga, aquí.


martes, 1 de julio de 2008

Recuerdos

El otro día hice limpieza a fondo en mi habitación. Y esta vez por 'a fondo' no me refiero a guardar la ropa que había por en medio, ordenar los trastos y desempolvar lánguidamente los muebles. Esta vez tocaba limpiar hasta el alma de la habitación: mi estantería.

Uno por uno, fui desempolvando todos sus libros. Cada uno, aunque ya suene a tópico, me evoca sensaciones diferentes, en ocasiones contrapuestas, y me transporta a aquella mágica época en que lo leí, ahora recordada con cariño y melancolía, incluso si en aquellos instantes la consideraba una etapa de bajón. Así, 'La conjura de los necios' está invariablemente asociada a un atardecer de mayo en los jardines de Luxemburgo de París, 'El lobo estepario' a un domingo de recogimiento y melancolía encerrado en mi habitación, tratando de superar un desengaño, 'Rayuela' a un frío y oscuro enero en el que mi cabeza debatía constantemente sobre mi futuro o 'La tregua' a un mágico viaje por los Países Bajos.

Encontré también álbumes de fotos. Qué quereis que os diga... hacía años que no las miraba, desde que me regalaron la cámara digital y modernicé mi afición por la fotografía, pero sin embargo ni una sola foto hecha desde entonces ha logrado abarcar tanta carga emocional como aquéllas que encontré. Parece que fue ayer cuando las hice y las fui a revelar con la ilusión propia del momento, intrigado sobre cómo habrían quedado. Vi amigos de la universidad que lamentablemente ya sólo eran vagos recuerdos del pasado, por mucho cariño que les guardara. Y es que aunque uno ponga todo de su parte para mantener a su lado a los que más quiere, es inevitable que se enfríen las relaciones a medida que se distancian los caminos que emprende cada uno.

Llegó el momento de las postales. Encontré varias de una ex-novia en las que me quería, me amaba, me besaba, me prometía amor eterno... justo dos semanas antes de que lo nuestro terminara. Llego a encontrarme con esta postal hace un año y os juro que me da algo, pero sorprendentemente no sentí nada, ni bueno ni malo, como si mi corazón fuera un pedazo de corcho ante todo lo que puedo recordar de ella. Es muy dura una ruptura amorosa, pero es más traicionera la etapa después de haberla superado, cuando uno se considera fuerte y feliz y no es más que una ameba, incapaz de volver a amar. También encontré una postal muy graciosa de un amigo que hice en París. Los que más me conocen ya saben que en vez de residir en una residencia convencional, acabé recluído en una residencia mixta de estudiantes extranjeros y delicuentes juveniles en fase de reinserción social. Yo, aclaro, formaba parte del cupo de estudiantes extranjero, me creais o no... Este amigo me regaló una postal de cumpleaños para mi despedida de la residencia. Cuando ingresas en una residencia de este tipo, corres el riesgo de ver como sólo logras congeniar con los ex-delincuentes, da que pensar... quizás en el fondo tengo un macarra en lo más profundo de mi espíritu.

Finalmente, me encontré con un tesoro del todo inesperado: la agenda que utilizaba durante esos meses en París. Nunca he sido dado a usar agendas, de lo único que puedo sacar pecho es de tener muy buena memoria y no las suelo necesitar, pero en París, desconozco la razón, sí que usé. Imagino que al tratarse de mi primera experiencia en el extranjero quise asegurarme de que mi vida estaba bien organizada, aparte de que quedaba molón en clase cuando el profesor nos citaba para un examen y todos sacaban su agenda.

Nota: ir a clase sin apenas saber francés y sin agenda habría sido de un sobrado que no va conmigo.

En la agenda vi una serie de proyectos que tenía en mente para mi vuelta a España, proyectos que como era de esperar nunca llegaron a prosperar. Entre ellos, apuntarme a clases de guitarra (bueno, al menos di el primer paso de comprarme una... ahora, tocarla lo que se dice tocarla...), reaprender inglés, sacarme el carnet de entrenador de básket para convertirme en un Pepu cualquiera,... No hay peor comparación que la que uno hace con su propio pasado, por mucho que seas feliz y progreses en la vida siempre acabas sumido en la melancolía, pensando que podrías haber dado más de ti y añorando todo aquéllo que viviste y jamás volverás a vivir, ni aunque retrocedas y trates de reorientar tu ruta de vida, o aquéllo que pudo ser pero nunca fue, todos esos proyectos que se frustaron por pereza o estrés.

Aunque en el fondo disfruté como un enano, dudo que vuelva a embarcarme en otra limpieza de esta magnitud durante unos meses. Y es que yo no soy un guarro, no... simplemente es que no soy capaz de hacerme cargo de tanta melancolía desempolvando mi pasado. Ahora miro mi estantería como quien vigila a un enemigo...